„El cambio se produce a través del movimiento y el movimiento cura“
J. H. Pilates
En el entrenamiento del Pilates se trata en primer lugar del cuerpo en movimiento. En su forma clásica, el Pilates es un sistema de movimientos con potencial curativo. Los patrones de movimiento que perjudican la salud se reemplazan por patrones de movimiento sanos. Eso lleva a una orientación corporal óptima, mejora la postura corporal, favorece la movilidad y el equilibrio y une cuerpo y mente. No se fortalecen los músculos individualmente sino todo el cuerpo se fortalece y se va modelando.
El método Pilates tiene su raíz en los principios orientativos de la concentración, el control, la precisión, la respiración, la centralización y la fluidez de los movimientos.
El enfoque de todos los movimientos está en el “Powerhouse”. Cada movimiento sale de un centro fuerte (centralización). El trabajo con precisión ayuda a eliminar esquemas de movimientos inadecuados para aprenderlos de nuevo y así evitar lesiones. El Pilates clásico emplea pocas repeticiones y un gran número de movimientos para poder ensayar precisión sin cansancio. A través del trabajo con movimientos fluidos, se permite la integración de los ejercicios que favorecen a nuestra salud y nuestra vitalidad en el día a día.
“Cada vez que entrenas, concéntrate en realizar los movimientos correctamente, para evitar la pérdida de todo el beneficio, haciéndolos mal”
J. H. Pilates
Esta concentración focalizada, aumenta la autopercepción del cuerpo entero y nos lleva a aprender los ejercicios hasta que los automatizamos. De esta manera los podemos recuperar como patrones de movimiento, sin tener que emplear la corteza cerebral (relajación mental).
El término “Contrology” aplicado por J.H. Pilates, no se puede equiparar con el simple control corporal. Cada movimiento debe realizarse con control y conscientemente. El Pilates requiere el control sobre cuerpo y mente.
«Es la mente la que construye el cuerpo»
Friedrich von Schiller
El ritmo natural de la respiración define el flujo del movimiento y marca el ritmo de cada ejercicio.
«Sobre todo aprende a respirar correctamente»
J. H. Pilates
El foco está en la exhalación controlada y profunda.
El entrenamiento del Pilates nos ofrece un complemento estupendo a otros deportes y al entrenamiento en el gimnasio. Se refuerzan músculos pequeños y profundos, muchas veces olvidados pero no obstante importantes, que en otros deportes muchas veces se suelen desatender. Son la musculatura abdominal, el suelo pélvico y la musculatura de la espalda.
El Pilates entrena el alargamiento y la descomprensión de la columna y favorece por lo tanto una postura corporal sana y recta.